Dum Dum Girls

Por Lucía Alvarez

Finalistas en la Batalla de Bandas organizada por Movistar y con un primer disco homónimo en su haber, Wanna Wanna perfila como una girl band con pulso propio. Pop sintetizado y melancólico para eclipsar la pista.

Tres chicas de espaldas. Una foto (Ezequiel Farías – Florencia Guatti) filtrada al formato comic hasta hacer desaparecer todo realismo humano, en crudo blanco y negro, salvo por el color de pelo de cada una como rasgo identificable (diseño de José Stramucci). Esa es la portada del álbum debut del trío de chicas Wanna Wanna. Una girl band con toque riot. Ellas son Martina Garcia Ciai (voz, guitarra y teclado), Adriana Gómez Verkuyl (voz y batería), y Laura Farías (voz, teclado y piano). Cowgirls futuristas de ojos grandes que miran desafiantes aunque se quiebren en lágrimas.

Ellas eligen su disfraz. Conciben una obra total en la que la estética y lo musical van juntos. Tapados kitch, tacos, raros peinados, fucsia y azul, maquillaje artístico, estampados y accesorios.  Que la frivolidad cale hondo y nos hiele hasta los huesos.

El disco reúne nueve canciones que conjugan la suciedad indie y la sofisticación electrónica. Voces de vírgenes suicidas teñidas del latido robótico de un sintetizador. Coritos con destello melancólico. Mérito del trabajo de Tomás Stagnaro en producción (sintetizadores y guitarra acústica), el disco presenta un concepto musical bien definido, de sonido electro-pop-lánguido. Capas musicales prolijamente amalgamadas. El nivel afilado de canciones se mantiene de principio a fin. A veces azúcar, a veces sal en la herida. Masterizado por Daniel Melero, que vuelca su esencia cocktail night. Si la masterización es el arte de lo musicalmente posible, Melero logra darle el toque final, y es mágico. Aire de fin de fiesta. De game over.

 

Presente es el tema que abre el disco. Una bienvenida enérgica que describe paisajes de bosque Disney, en una progresión oscura y salvaje: “La casa de los sueños, el molino y viento. Un río para pescar y nadar”.
Domingo es el descenso de la curva, un mal viaje cantado en voz trágica y orgásmica.
Venganza y Sonrisa son recortes de desencuentros y desilusiones, pero traducidos a una dulzura pop super bailable.
El nihilismo experimental de No es más un juego de teclados armonizando con las voces.
La diva reventada de Diosa es un retrato de la chica corrompida y fake. “Ella se droga con relajante muscular. Ella se droga y fuma. Ella se droga y toma alcohol. Ella se droga y piensa que es vintage”.
Yeah Yeah se consagra como top hit del LP. Voces sólo en apariencia dóciles cantan una oda al free love enfiestado que para funcionar requiere un único código: “no me rompas el corazón”.

Como se lee en la remera de Kim Gordon, Las chicas inventaron el punk rock, no Inglaterra, las girl bands dejan de ser una rareza para hacerse un lugar y tomar el podio. Hablar de las cosas que nos gustan, que nos mueven, que nos duelen. No confíes en la fragilidad de sus voces ni de su movimientos. Efervescentes, arrogantes y sofisticadas, las Wanna Wanna muestran los dientes.

Para más información:

wannawannaok.bandcamp.com
www.facebook.com/wannawannaok

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