Películas de Cuarentena: Cine Indio (I)

Por Sofía Castaño

Sofía Castaño nos acerca nuevas recomendaciones para pasar esta cuarentena, esta vez Bollywood y sus porqués.

El cine indio es un concepto tan amplio como el cine norteamericano: en ambos casos podemos encontrar una enorme industria que produce películas de fines principalmente comerciales y también en ambos existe una producción más experimental o de búsquedas más personales que se mueve por un circuito paralelo y que incluso tiene un formato distinto.

Hoy en día podemos encontrar online ejemplares muy atractivos de ambos tipos de cine. En este primer artículo selecciono algunas de mis películas favoritas del cine comercial indio: Bollywood, el Hollywood de Bombay. Estas películas están disponibles en Netflix. En un próximo artículo haremos algunas recomendaciones de películas no industriales que, ya les adelanto, pueden ver en Mubi.

Bollywood

Comercial no necesariamente significa malo. Existen muy buenos productos que además de entretener (que ya es bastante) tienen el agregado de una visión especial que puede provenir del productor, el guionista, el director o incluso el protagonista. He aquí una selección de películas disponibles online.

Pero antes, algunas advertencias:

Por qué no ver cine de Bollywood: Algunos de los conflictos que presenta no tienen nada que ver con nuestra realidad, como la imposibilidad de casarse con alguien de otra religión. Es muy habitual que la estructura y el conflicto sea propia del melodrama, que a nosotros ya no nos gusta tanto. En general se trata de películas tremendamente largas, que incluso tienen un intermedio. En ese tiempo se incluyen canciones, varios géneros en una misma película, una multitud de personajes y algunos desvergonzados plagios de películas occidentales. Pero a fin de cuentas, tiempo es lo que nos sobra.

Por qué sí ver cine de Bollywood[i]: Ante todo es espectacular: el amor, las coreografías, las escenas de acción, todo es exagerado, maravilloso y, si se acepta a este cine por lo que es, se disfruta como si fuéramos chicos. Si no nos ponemos moralistas, ver cómo toman elementos de otras películas (escenas o argumentos enteros) y los convierten en otra cosa, es un entretenido ejercicio posmoderno. Es cierto que el cine comercial miente en India como en cualquier lado, pero de todas formas nos permite estar en contacto con un conjunto de culturas muy distintas a la nuestra.

Drishyam
2015
Director: Nishikant Kamat
Duración: 163 minutos

Por qué no verla: Los personajes son extremos en su maldad y su bondad, y en ese contexto sus cambios de ánimo se vuelven inverosímiles. No se entiende muy bien cuál es el plan de los personajes hasta bien avanzada la película, pero eso también puede ser un importante atractivo ya que permite ciertos giros argumentales sorprendentes.

Por qué sí verla: El conflicto puede parecer desmesurado (un joven rico intenta forzar a una chica a tener un encuentro sexual con él, amenazándola con publicar un video que filmó mientras ella se duchaba) y fácil de resolver con un simple “publicás eso y te hago un juicio” pero si recordamos las noticias de los últimos años y consideramos que se trata de una cultura incluso más conservadora que la nuestra, no parece tan descabellado. En medio de ese intento de violación, la chica comete un crimen y toda su familia se embarca en un delicado complot para ayudarla. Hasta el momento del crimen el espectador acompaña a la familia en todas sus alegrías y desventuras, pero durante el complot muchos de los detalles e intenciones son ocultadas. Así se mantiene la tensión y el suspenso hasta el mismísimo final.

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Rang de Basanti
2006
Director: Rakesh Omprakash Mehra
Duración: 167 minutos

Por qué no verla: Durante la primera mitad de la película los conflictos son verbales: se discuten posiciones, se describen realidades, pero la acción no avanza. Parece más una disertación que una película. Sin embargo, incluyo esta objeción sólo para tratar de ser objetiva y empatizar con el espectador impaciente. La verdad es que esta es una de mis películas favoritas no sólo del cine indio sino del cine mundial. Otra objeción posible es que vas a sufrir al final.

Por qué sí verla:

1) Parte de la película es la reconstrucción de los eventos de las luchas independentistas de India y sus héroes, lo que permite conocer esta interesante historia.[ii]

2) La película pone en juego los típicos personajes de los amigotes de universidad de los que Bollywood está infestado, pero justamente para cuestionarlos: esos pibes que parece que se las saben todas muestran sus debilidades y fracasos.

3) Por la fuerte presencia del melodrama, Bollywood suele contar historias de crecimiento individual, historias esperanzadoras y aplacadoras del rencor provocado por las desigualdades sociales: sólo seres excepcionales merecen el milagro del ascenso social. En este contexto, es refrescante que los personajes de Rang de Basanti no busquen (saben que no lograrán) la salvación individual, sino que se enfrentan a un conflicto social que intentan resolver con acciones de impacto social. Además, no son seres excepcionales, no es por destino sino por voluntad que se embarcan en la lucha por la justicia. Por supuesto, no estoy diciendo que esta sea una película revolucionaria y que junto a El acorazado Potemkin inspirará a las masas para derrotar al capitalismo. Como producto industrial, es defensora del status quo y se encarga de que toda insurrección sea castigada. Sin embargo, es interesante cómo pone en juego todos los elementos del cine industrial (incluyendo a Aamir Khan, una de sus mayores estrellas) y los hace tambalear.

De hecho, un ejercicio interesante puede ser ver Tres idiotas (disponible en Mubi), una de las mejores películas de “amigotes de la universidad” y luego pasar a Rang de Basanti, donde el mismo actor protagonista construye a dos personajes en apariencia cercanos pero profundamente diferentes.

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Dhobi Ghat
2011
Directora: Kiran Rao
Duración: 100 minutos

Por qué no verla: Es todo triste. No sólo vas a sufrir al final. Vas a sufrir.

Por qué sí verla: Es Bollywood, pero no es Bollywood. Es imposible no catalogarla dentro del cine industrial porque su directora, Kiran Rao ha sido productora de varias películas comerciales y porque entre sus protagonistas se incluye el ya mencionado Aamir Khan. Sin embargo, se diferencia de los típicos productos de Bollywood en que las imágenes no son espectaculares y coloridas sino sucias y de contrastes mínimos. Las actuaciones son más contenidas, los encuadres no apuntan a primeros planos memorables ni a paisajes impactantes sino a descubrir al personaje inmerso en su contexto. Nadie canta ni baila, la duración es de sólo 100 minutos, y las historias de amor son tan mesuradas que sus propios protagonistas ni siquiera saben que están involucrados en ellas. En suma, una rareza, y otra forma de recorrer Bombay en una película de pocos aspavientos.

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[i] Para más razones sobre por qué ver cine de Bollywood, consultar “Sobre el nuevo cine indio” de Diego Faraone

[ii] Sobre la historia de India recomiendo también “El principio: La balada de Mangal Pandey” sobre la entonces llamada revuelta de los cipayos, que luego se convirtió en el inicio de la guerra independentista india. Luego de ver esta película es difícil que vuelvan a usar la palabra cipayo como un insulto. No está disponible en Netflix pero no es difícil de conseguir por otros medios.

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